martes, 20 de enero de 2009

Cuarenta y ocho, y mas...

Es la 01:15, estoy dormido en la habitación a medio terminar de arriba y alguien golpea mi frente, es mi hija, viene a saludarme, ha comenzado un nuevo 13 de febrero y por lógica mi cumpleaños. Mariana me saluda con nuestra clase de cariño, digo de los Satini, sin babosearnos tanto, pero con un amor incondicional, intocable, bolsa en mano me dice feliz cumpleaños. Veo que sigue gastando la plata de su sueldo en cosas, pero no es malo. Creo que estaba más ansiosa ella de que llegara el 13 que yo, ademas calculo quiso ser la primera en subir a saludar, nos quedamos en el amague del beso, pero los dos sabemos que nos queremos mucho, como con “el loco” que termina de subir y tambien me saluda, a nuestro estilo, con el nuevo “que haces gato”. También nos quedamos mirando, esta todo bien, “yo también te quiero”. Estamos todos bien, sabemos que somos felices así. Mariana ya bajó. “El loco” (Santi) baja a comer algo y deja flotando su promesa, como otras dos veces en este verano, me dice ya vengo a dormir con vos “gato”. Mañana (hoy) te van a saludar y vos vas a disimular haciendo tus clásicos chistes pelotudos, porque es tu manera de derrotar la soledad, la que siempre te acompaña. En silencio espero a Santi, mientras que por mi cabeza pasan todos los seres queridos, que aunque no se comuniquen conmigo en el día de hoy, igual sabemos cuanto nos queremos y los llevo en el corazón. Sube, nos acurrucamos y nos dormimos juntos hasta cuando salga el sol, en verdad dos cosas, casi no me deja dormir y segundo me levanté cuando todavía el sol todavía no salió. Los "nenes" Son las 07:00 de la mañana, estoy en la calle, las mismas calles que nombré en otras oportunidades, pero éstas tienen un nuevo comienzo de giro al sol, eso me dijeron. Es un nuevo año a recorrer, vuelvo a girar alrededor del sol, seguiré gastando mis suelas, mis plantas de los pies y mis años por las calles. Todavía están encendidas las luces, hoy voy a ir directo hasta la playa por la 32, camino, observo, huelo, vivo. Claromeco, todavía estoy aquí, pasa por mi cabeza. Soy tan tuyo, como vos mío. Nos conocemos, nos desafiamos, se que no voy a ganarte, pero igual te desafío, es mi naturaleza hacerlo, sino no seria yo, sino no estaría tan gastado, y mis 47 años no hubieran servido de nada. Me gusta tal cual soy, solo me faltarían algunas cositas, pero no me quejo, ya estoy grande, no maduro, pero equilibrado, por eso me resigno a muchas cosas y me siento bien. No todo es felicidad, pero hubo, hay y habrá momentos felices, como también de los otros. Que te van a contar si con lo que pasaste los últimos años tenés tu mochila llena, pero no repleta, ojo. Es lo que hay, y es mucho, que lo parió. Cuantas veces empezaste?, y como dice la canción… cuantas veces te mataron, y seguiste, viendo esto que es Claromeco, esta bien. Bien pibe.

Pasé lo de Jalle, pasé la esquina de Burgueño, solo faltan dos cuadras para llegar al mar, a tu paso comienzan a apagar las luces en las calles, veo el mar, calmo, celeste hoy, un suave contraste tiene el cielo que de a poco va tomando su clásico color celeste también, de un día que será ideal según dijeron.

En el horizonte puedo ver una luz que parpadea, es un barco que esta pescando, eso es la lógica, eso es lo que ves. Ahora deja volar tu imaginación, tus sentimientos, ahora si te creo, sabes que es él, el viejo está ahí, él también se suma a tu cumple, sino para que te hizo venir por acá, si vos nunca venís por acá, decime la verdad, siempre serpenteas el camino, con el clásico recorrido de cuando eras chico. Ahí está, solo guiñas un ojo y seguís, una sonrisa es ahogada por el recuerdo triste de no tenerlo.

La radio te espera, la gente espera, la vida espera, tus 48 años empezaron a rodar y descontando. "el pasado es polvo, el futuro es viento, si amas perdona, si no amas olvida... pues el amor nunca muere, solo cambia de lugar..."

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