martes, 20 de enero de 2009

Domingo 2 de marzo, último viaje y mas...

Domingo 2 de marzo de 2008, último día de la temporada de radio. Hoy estaré volviendo a Tres Arroyos. Hay mucho para hacer allá, además de allá vivimos. Pero cuantas cosas uno deja aquí, fueron dos meses y medio de un ritmo infernal, el mismo que no te deja disfrutar de nada o casi nada. Digo porque recuperé mucho tiempo con mis hijos, hemos vivido muchas horas juntos. Nos vimos, sabíamos que estábamos cerca aunque no nos viéramos, jugamos, pescamos, trabajamos juntos porque ya están grandes, o mejor dicho con más responsabilidades, uno jamás esta grande. Santi volvió a dormir conmigo, incómodos los dos, pero era compartir la última noche hasta la próxima, seguro dentro de pocos días, pero bueno esto era el verano, el también empieza las clases y todo va a cambiar. Son las ocho menos diez y salgo a la calle, me detengo en la vereda, hay muchísimo rocío, como en las últimas semanas, esta gris, muy nublado, el día no ayuda para nada. La temperatura es buena, mi cara y mis brazos me dicen 18, 19 grados, no hay viento y así comienzo mi camino a la radio, última mañana de verano. La calle esta con barro, llovió muchísimo ayer mas de sesenta y cinco milímetros, voy bajando por la 32 hasta el mar, y como siempre voy disfrutando los aromas, hoy invade el olor a mar, el clásico olor a pescado, y de fondo se escucha el mar, el silencio es total, pero el mar tiene como una rompiente particular, retumba en los frentes de las casas. Seguro esta del oeste, paso por la quince, Jalle, la de la colonia y ya casi estoy, el mar esta gris verdoso, y a la altura de Samoa se ve la correntada del arroyo que ha prevalecido por el caudal que trae de las lluvias. Llego hasta la rambla, estoy al lado del reloj, marca ocho y cinco, y el pescado arriba marca oeste clavado.

El cielo esta gris y cargado, a los lejos el faro esta casi solo, digo porque esta Fuente que quedó solo con su perro paseando en la postal cerca del Nahuel.

Miro por última vez y camino a la radio, hay que abrir y además se viene el agua.

Última jornada de verano, Dios quiera nos encuentre nuevamente el año que viene, o sea este año, temporada cero ocho, cero nueve. Hasta la vuelta. Cuídense.

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