jueves, 11 de marzo de 2010

Pasó mucho tiempo

Desde la última vez que estuve por aquí, es como que la misma vida me tiene alejado de esto, la vida misma.
Sí porque aquí vuelco sin saber tiempo, cosas, anécdotas, vivencias, alegrías, fracasos, viajes, reuniones, familia, amigos, desencuentros, amor y hasta la muerte misma.
A pasado el verano aunque todavía quedan algunos días, es marzo, la gente ya está en su trabajo, los chicos están en las escuelas y el frío comienza adueñarse de las calles.


Quedaran algunos fines de semana para disfrutar, tal vez para pasar la red, que este verano no salió de su lugar sucio y húmedo, que lástima hasta eso estoy perdiendo, y no es justo.
Un día de noviembre creo Mariana me envió un mensaje con su teléfono diciendo, "te perdés de pasar la red, el mar esta bárbaro", y seguro habrá sido así, ella ya sabe como es la cosa.

Quería contarte que en febrero cumplí los 50, medio siglo con los pies sobre la tierra, así suena mas terrible, suena con una responsabilidad que creo nunca tuve, solo obligaciones hechas a medias.
Espere durante el comienzo del 2010 con una expectativa sencilla, y con un plan que no se pudo cumplir. Simplemente pasar el día con mi madre, la que hizo parte de este monstruo, de esta persona, que siempre intento ser gente y que lo hizo a medias.
Pero algo se cruzó por el camino, la madre de mis hijos se enfermó de cáncer y hubo que ocupar un lugar que pudo o puede ser discutido, pero a los hijos siempre hay que apoyarlos, ayudarlos, para eso están los padres, aunque algunos se olviden de la cuestión, yo no puedo olvidar mi educación y ahí estoy.

Se fueron el principio de los 50, pero seguro quedaran momentos para estar bien y poder disfrutarlos con los que mas querés, es más ya habías comenzado a celebrarlo en tus minis vacaciones y eso estuvo lindo, irrepetible, con tu cabeza acelerada y tu corazón en una mezcla extraña de alegría y tristeza de saber que el tiempo sigue pasando y vos vas perdiendo a los que más querés, porque es así, perdés a cada segundo a los que querés, a los que están a tu lado y a los que están lejos.
El tiempo todo lo puede decís siempre y es verdad, te pones viejo, te duelen cosas que antes no te dolían, ya no tenés tantas ganas de movilizarte, te das cuenta que algunas cosas cuestan más de lo debido y perdés más de lo perdido. Pero bueno, todo es así y no podes hacer nada para deterlo, solo tratar de seguir el ritmo, como si estuvieras encima de una ola, subirte en ella y seguir hasta donde te lleve, sino podes hacer dos cosas más, una atravesarla de cabeza y sentir que estás vivo por un instante, dos tirarte hacia delante y saber que podes disfrutar de un ratito de que todo esta bien con el mínimo esfuerzo.
En realidad todo es lo mismo, poder vivir un rato más y disfrutar de la vida como se pueda, porque vos sos el primero que tenes que creer en tus frases, la primera es: “no hagamos de la vida un tango, el día como cayó, cayó”, la segunda “no te hagas demasiado problemas de la vida porque en realidad no saldrás vivo de ella” y la tercera, “la vida muchas veces te sonríe y otras tantas se te caga de risa”.
Por lo tanto, creo que hay que seguir, tus hijos te necesitan y eso es lo que más te preocupa, vos pensabas que iba a ser al revés, que vos ibas a morir primero y hoy la cosa no es así.

Dios que todo lo sabe, sabrá el final.
Para el final te regalo una foto de Claromecó con mi prima Ana, para que veas que yo también fui chico.