miércoles, 4 de marzo de 2009

Crecer seguros y en paz en Claromecó

Anoche fue diferente, con dudas entré de lleno a un tema que compete a mis hijos, “seguridad”. Un tema donde involucrarte te puede traer problemas, pero lo tenía que hacer. Ellos necesitan estar bien, crecer tranquilos, sanos y en libertad. Claromecó necesita de seguridad y paz. Y ahí estuve yo, reuniendo gente para pedir por seguridad, ahí estuve al frente de la cosa. Me expongo mucho, no por mí sino por ellos, si las cosas no salen bien, puede haber represalias, pero también no puedo ver las cosas de afuera, no puedo mirar a un costado, mi apellido es así, jamás me lo hubieran perdonado mi abuelo, mis viejo, mis tíos. Siempre estuvimos involucrados, siempre fuimos al frente, aun sabiendo que teníamos diferencia en contra. Y anoche no fue diferente, es mas todavía hoy tengo miedo y debo cuidar de ellos mas adelante, de los delincuentes nunca se sabe, y siempre pienso en ellos. Algo de tranquilidad me dio hoy, salí a caminar las calles y todo el mundo me saludo a mi paso, buen día Luis, hola Luis, buen día Satini, eso me hizo bien, tan equivocado no estoy, tan mal no hago las cosas, todavía puedo levantar la cabeza, todavía puedo usar mi apellido, mi nombre. No tengo miedo por mí, tengo miedo por ellos. Le tengo miedo al desorden, al vago, a la droga, al alcohol, al tipo que se cree un poco mas y solo es un poco menos. Las cartas están echadas, ahora hay que saberlas jugar. La gente te acompaña, solo hay que empujar, nunca tan pocos fueron mas que nosotros, se supone que tan pocos malos jamás pueden vencer a tantos buenos. El tiempo dirá, Dios seguro nos guía.

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